Día de los Muertos, México.

 Representatividad como Patrimonio Inmaterial.

El Sincretismo Cultural a marcado a toda la región de América, esta mezcla de la religiosidad de occidentales e indígenas de cada país permite esta conexión con las tradiciones y multiculturalidad identitaria en cada territorio y de cada etnia. La representatividad es la que mantiene viva a estas tradiciones que marcan a cada sujeto al momento de manifestarlas en sociedad, estas fiestas culturales de identidad en cada grupo determinado son las que destacan una belleza y estética de un patrimonio vivo de la sociedad y su cultura.

La fiesta de los Muertos en México es una fiesta viva llena de representatividad e identidad en los mexicanos, tal es su belleza y cultura que fue nombrada como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en el 2003 por la Unesco por el tesoro cultural que posee. 

El origen de esta celebración a los muertos viene del periodo de las civilizaciones indígenas mesoamericanas, en donde el culto a los muertos o a sus ancestros tenia una representatividad del renacimiento del ser querido y la familia. A principios del 1900 nace en México como respuesta y como critica social la escritura de textos sobre el contexto del país que tenían un contenido irónico sobre la clase alta mexicana y su actitud frente a la contexto real que vivían el campesinado y clase trabajadora. 

Con calaveras vestidas de forma elegante que reflejan la miseria y la muerte de la clase de élite mexicana, es que nace "La Catrina", representada por el artista Diego de Ribera, también en respuesta a esta manisfestacion contra la clase dominante de México, nace “La Calavera Garbancera”. Actualmente esta imagen es conocida mundialmente por la fiesta de los muertos, ya que se transformo en un icono de la celebración y a su vez una imagen que representa este lado de la muerte en si (No como a comienzos de 1900), si como una representación del recuerdo y nuestras tradiciones junto con nuestros seres queridos que no nos acompañan en este mundo.